23 de diciembre de 2013

Naturaleza casi muerta - Carmen Riera

Reseña

Un hecho real le sirvió a Carmen Riera como inspiración de Naturaleza casi muerta. La desaparición inexplicable en 2007 de un alumno de origen rumano, estudiante de la Universidad Autónoma de Barcelona, y cuyo caso sigue abierto, es el trasfondo de esta novela negra que enlaza al lector en cada página.

Costantinu Iliescu estudia en la Autónoma de Barcelona cuando desaparece sin dejar rastro. Sus compañeras, dos estudiantes italianas de Erasmus, denuncian el hecho y acuden a los medios de comunicación. Sin embargo, tanto las autoridades universitarias como la policía consideran que la desaparición no es más que una huida voluntaria.

Los acontecimientos se precipitan, provocando giros inesperados en la investigación, con una certeza durante todo el acto: en todos los paisajes hay naturaleza muerta.

Opinión

La última novela de la doctora Carmen Riera, Naturaleza casi muerta, recrea las manifestaciones y controversias sociopolíticas que se suceden en la universidad, cada vez que el gobierno de turno vapulea la Ley de Educación. Pero el trasfondo de novela negra que rige al libro aporta algo más.

Los estudiantes Erasmus que deambulan por los pasillos de las universidades y que nos alegran el día por su forma de hablar, son personas especialmente vulnerables fuera de sus entornos. Individuos aislados en una cultura, una lengua y una tierra que nos les pertenece y que se limita a cogerlos durante unos meses, en una forma de unificar a Europa.

Las páginas pasan raudas entre los dedos atendiendo a la necesidad de los ojos por seguir la trama de esta novela que consigue mantener la tensión casi desde el principio. Con su correspondiente surtido de símbolos, asesinatos, policías, periodistas... Todos los ingredientes para crear una novela negra de manual, bien redactada y con un guión delibro.

No obstante, para mi gusto, el final sufre de ciertas debilidades. El asesino se desvela por la descripción de determinados aspectos narrados y los últimos capítulos carecen de valor para la trama. Perfectamente se pueden obviar los dos con los que concluyen el libro, puesto que son un relax innecesario para el lector. Lo que no le resta valor ni al libro: Naturaleza casi muerta, ni a su brillante autora: Carmen Riera.

Lee las primeras páginas de la novela en este enlace.

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