19 de noviembre de 2013

Salamanca, señorial y académica

Salamanca es una de esas ciudades cuyo nombre está ligado a un estilo de vida. En el caso de la capital castellano leonesa su nombre está ligado a la Universidad. Aunque a mucha gente le lleve a tararear antiguas coplas. 

Salamanca es destino y camino. En ella está la sede universitaria con más solera de la península, lo que da testimonio de la importancia que ha tenido esta ciudad para el mundo de las letras desde hace siglos. Pero también es tierra de paso, un alto en el Camino de Santiago. Cuyo trazado nos sirve de base para hacer nuestra particular ruta por Salamanca.
Plaza Mayor de Salamanca

Ruta a pie por Salamanca

Al contrario que en el transcurrir hacia Compostela nuestros pasos comienzan en el templo que despide a los peregrinos que ponen sus pies hacia Zamora. Al inicio de la calle Zamora, sin salir del casco antiguo, se encuentra la Iglesia de san Marcos. Su planta redonda es una versión arriesgada del estilo románico. En su interior lúgubre y diáfano hay pocas representaciones, más que algunas pinturas murales, pero merece la pena comprobar como solventó el problema de la circunferencia el arquitecto que la diseño hacia el siglo XII.

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El transcurrir de la calle Zamora nos lleva a unos de los emblemas arquitectónicos de Salamanca, su Plaza Mayor. Una magnifica construcción en la que la semejanza de sus fachadas está rota solo por la del ayuntamiento. En las enjutas de los arcos aparecen los rotos de personajes ilustres, como reyes y gobernadores de la ciudad. La plaza es centro de la vida cotidiana y no es de extrañar escuchar allí alguna tuna universitaria deleitando con sus cantos a propios y extraños.

Al final de la plaza, por la esquina izquierda, se desemboca a la calle Prior, que nos muestra la torre del Palacio de Monterrey, propiedad de la duquesa de Alba, y junto a él la Iglesia de la Purísima, con magnífica imagen de la Virgen presidiendo el altar, obra de José Ribera.

Ciudad universitaria

Iglesia de la Clerecía desde la Casa de las Conchas
La calle de la Compañía nos hace pasar ante la fachada de algunos de los colegios mayores que pueblan el casco histórico. Al final de la misma espera otra de las edificaciones emblemáticas de Salamanca, la Casa de las Conchas. No sin antes habernos mostrado las fachadas de varias facultades de la Pontificia Universidad de Salamanca, fundada a primeros de siglo. La Casa de las Conchas se puede visitar gratuitamente, pues hoy en día sus paredes guardan los libros de la Biblioteca Provincial. Frente a ella la Iglesia de la Clerecía.

Bordeando la iglesia se accede a la calle Serranos y luego a la calle Libreros. En esta última se encuentra la joya cultural de Salamanca, su antiquísima universidad. La Universidad de Salamanca es la más antigua de España, pues en ella cursan estudios desde 1218. Lo que llama la atención a todos los visitantes es su magnifica portada plateresca, en la que una rana espera escondida a ser descubierta por quienes visitan este templo del saber. De su interior merece mención las aulas de Fray Luis de León y Miguel de Unamuno, que tiene su Casa Museo en la misma calle. Aunque el mayor tesoro es su biblioteca, donde descansan obras incunables y manuscritos de incalculable valor.

El tercer pilar

Catedral Nueva de Salamanca
La primera calle que se abre a la izquierda desemboca ante la fachada principal de la Catedral. En realidad el conjunto lo conforman dos catedrales, la vieja (a la derecha de estilo románico) y la nueva. La entrada de la nueva tiene una imponente fachada, aunque la más visitada es la que da a la gran plaza anexa. En uno de sus pórticos un astronauta fue añadido por los maestros canteros que la restauraron, en alusión a la rana de la universidad y la visita del hombre la Luna. Del interior destaca la Capilla Dorada, por su Calvario gótico.

De la plaza de Anaya, en la que comparte protagonismo con la Catedral el Colegio de Anaya, nace una bajada conocida como calle Tostado. Que desemboca en la Plaza del Concilio de Trento, junto al palacio de la Diputación. El Convento de Dueñas también está en la plaza. La iglesia plateresca y el patio renacentistas son dos joyas de la arquitectura que merecen una visita. Como también la merece el Convento de san Esteban, muestra del esplendor renacentista.

El final del camino

Bordeando el casco antiguo, paralelo al río Tormes, discurre un paseo que muestra la fachada de la Casa Lis, hoy Museo de Art Nouveau y Art Decó. Con un estilo modernista que no desentona con el ambiente cultural de Salamanca.
Convento de san Esteban
Frente al museo de artes está el del Automóvil, otra visita recomendable, y finalmente el final del camino. El Puente Romano era antaño la vía de entrada de los peregrinos que llegaban a Salamanca en su trayecto hacia Galicia.

La ciudad aún tiene mucho que ofrecer. Rincones llenos de encanto e historia en los que las tunas distraen a los viandantes, mientras  prueban algunas de las joyas gastronómicas de Castilla.

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