9 de enero de 2014

Ineptos

Leía esta mañana un artículo de la Revista General de la Marina sobre la Ventaja del Sistema de Lecciones Aprendidas utilizado por la Armada. En el que aparecía como cabecera un cita de Douglas Adams.
“El ser humano, quien es prácticamente el único ser que tiene la habilidad de aprender de la experiencia de los otros, se distingue frecuentemente por su aparente limitación a no hacerlo”
Anteriormente los tertulianos radiofónicos me habían calentado la sangre con el anuncio de una noticia que se producía ayer en relación a varias detenciones llevadas a cabo en el entorno etarra. Resultando que el Ministerio de Interior, por medio de Twitter, se vanagloriaba de la operación aún no puesta en marcha por la Guardia Civil.

Cuentan los tablones del celuloide, que el "pio" del Ministerio se produjo antes de la salida de los cuerpos y fuerzas de seguridad. Dando lugar a carreras precipitadas de los agentes para llegar al lugar de los hechos previamente anunciado. Tal fue la paradoja, que llegando los guardias se percataron de la presencia de la prensa. Ávida ave carroñera de noticias, no siendo la primera vez que llega antes de que se cometa el acto delictivo, como se parodiaba una obra de teatro de mi infancia.

A resultas de todo, me imagino la escena de los periodistas apostados en la puerta del local etarra y los guardias pidiendo paso como protagonistas que eran de la obra.

Y ahora qué.

Pues antes de que la noticia manchara de tinta multitud de papeles, el Ministerio se ha adelantado a declarar que todo se ha debido a un error informático. ¡Espera! ¿Me estás diciendo que estaba programado el tweet antes de conocer el resultado de la operación? Porque de otro modo no se explica. Lo que yo digo, que Twitter está vacío, al igual que las cabezas de muchos de nuestros dirigentes.

Pero lo peor no es eso. Los etarras, eludiendo la presencia de los medios en la puerta, esperaron ineptos su propia detección. Que otro inepto del Ministerio les había anunciado por las redes sociales. Y entre ineptos de un bando e ineptos de otro cada día nos dan más motivos para estar indignados. 

¿Va a dimitir alguien? Pues como no presente su dimisión el ordenador desde donde se emitió el tweet, no se espera la dimisión de nadie, ni siquiera de los etarras.

Con todo la lección aprendida no ha sido tal. La sombra del Caso Faisán vuelve a cernir el edificio del Ministerio. Nadie acepta sus responsabilidades y los etarras no se han percatado aún de que la violencia no conduce a ningún lugar.

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