20 de marzo de 2014

No te olvides del demonio

Si algo tenemos que tener claro los seguidores de Cristo es que Dios es amor y por tanto pura bondad y que Dios nos ha hecho completamente libres. Una libertad que nos hace responsables de nuestros actos, por acción u omisión, una libertad que nos permite escoger entre el bien y el mal. Un mal que existe presidido por el demonio, por Satanás.


El mismo nombre de Satanás pone los pelos de punta a unas personas y a otras las atrae como un imán al metal. Ni lo uno ni lo otro son acciones aconsejables, pues Satanás es la representación del mal que debemos tener presente por cuanto que existe, para escoger el bien que es Dios en contraposición al mal que nos ofrece el diablo.

El Ángel Caído (Ricardo Bellver)
El tiempo de Cuaresma es precisamente la época litúrgica en que debemos prestar más atención a las tentaciones del mal que están presentes en cada momento de la vida, al igual que la omnipresencia de Dios. Hace unos días nos preguntamos ¿Por qué Dios permite el mal? Porque somos libres. No habría libertad si no fuéramos capaces de escoger, si no tuviéramos la capacidad para elegir entre el bien que es Dios y el mal que es Satanás. Por tanto el mal es una consecuencia de nuestra libertad, la misma que nos ha brindado Dios.

El santo padre Juan Pablo II decía en una catequesis pronunciada al respecto de Satanás: “Se yergue como primer «adversario» del Creador, como opositor de la providencia, como antagonista de la amorosa sabiduría de Dios”. Concluyendo con la sentencia que pronunció Tobías: “En el orgullo está la perdición” (Tobías 4, 14).

El mismo Jesús, siendo Hijo de Dios, fue tentado por el Diablo (Mateo 4), lo que deja constancia de que todos podemos caer en las garras del mal. Pues el mal es la ausencia de Dios, la falta de amor, de bondad, escoger el camino que nos aleja del Padre y los prójimos.

La libertad de los hijos de Dios es inherente al bautismo, de hecho el bautismo nos libra del Pecado Original cometido por la primera pareja, en alegoría de la falta cometida por Satanás cuando se alejó de Dios. Cada día tenemos que luchar contra las tentaciones y escoger el camino que nos conduce a Dios, hacer uso responsable de la Libertad, acercarnos a los hermanos donde reside la esencia de Dios.


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